Por María Reyes

Las mujeres sobrevivientes de Maya Achi esperando para entrar en la sala del tribunal el día de la lectura del sentencia
El Tribunal de Mayor Riesgo “A” integrado por Yassmin Barrios, Patricia Bustamante y Gervi Sical, el 24 de enero del 2022 condenó a 30 años de prisión a Benvenuto y Bernardo Ruiz Aquino, Damián, Gabriel y Francisco Cuxum Alvarado por violencia sexuales contra mujeres Achí, entre 1981 y 1983 en Rabinal, Baja Verapaz, durante el Conflicto Armado Interno en Guatemala.

Foto tomada el primer día del juicio de Sepur Zarco, acompañado por la becaria de BTS, Kristine Johnston
El caso de las mujeres achí sienta un segundo precedente para que se investiguen estos delitos; el primero fue de las mujeres de Sepur Zarco, el 26 de febrero de 2016, el Tribunal de Alto Riesgo “A” en Guatemala condenó a los oficiales militares Esteelmer Reyes Girón y Heriberto Valdez Asig por violencia sexual y esclavitud doméstica y sexual contra 15 mujeres mayas Q’eqchi’, así como varios cargos de homicidio y desaparición forzada. Esta fue la primera vez que un tribunal guatemalteco procesó un caso de violencia sexual relacionado con la guerra civil de 36 años en el país. El panel de tres jueces sentenció a Reyes Girón a 120 años de prisión, mientras que Valdez Asig fue sentenciado a 240 años. El caso de las mujeres de Sepur Zarco abrió el camino de la justicia para el cao de las mujeres achi y otras sobrevivientes de violencia sexual durante el conflicto armado interno en Guatemala.
Durante el debate se presentaron varios peritajes y estudios que apuntan a que las mujeres y niñas fueron sometidas a agresiones y torturas, calificando por medio de ese análisis que la violencia fue “brutal y sistemática” por esa razón es que para las mujeres Achí es importante que se cumplan y se implementen las medidas de reparación dictaminadas a su favor, siendo algunas de éstas:
- Una indemnización a favor de las cinco mujeres que denunciaron a los condenados.
- Planes de salud integral para las sobrevivientes.
- Instalación de puestos de salud en 3 comunidades.
- Creación y habilitación de puestos de salud en sus comunidades de residencia.
- Capacitaciones sobre derechos humanos, participación política, violencia contra las mujeres y mecanismos de denuncia.
- Cursos dirigidos al ejército y a la policía nacional civil sobre prevención de la violencia sexual.
- Becas de estudio para familiares de las mujeres sobrevivientes.
Las mujeres achí tuvieron que esperar 40 años para lograr justicia, la mayoría de crímenes cometidos durante el conflicto interno permanecen en la impunidad, es por ello que el caso de las mujeres achí es una esperanza para la búsqueda de la verdad y la justicia en Guatemala.
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